BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS

Me gustaría dar la bienvenida a todas aquellas personas que entren en este blog, el cual hago con mi sincera opinión sobre los temas de actualidad, deporte y lo que vaya saliendo.

sábado, 25 de febrero de 2012

SEGÚN MI EXPERIENCIA                                                                                          

Si necesitas una emergencia médica, esto son los pasos a seguir:

- 2  LLAMADAS AL CENTRO DE COORDINACION MÉDICA


- 4  AMBULANCIAS PARA EL DESPLAZAMIENTO DE 1 ENFERMO (ida y vuelta)


- 4  HORAS  PARA LA ATENCIÓN DE 3 MÉDICO DISTINTOS SIN  ESPECIALIDAD (para el mismo paciente)

6  HORAS  PARA LA ATENCIÓN DE UN MÉDICO  ESPECIALISTA (neuróloga)


TIEMPO TOTAL: 11 HORAS

viernes, 24 de febrero de 2012

TODO TIENE UN FINAL



Me armé de paciencia y me senté nuevamente, y a las 7.00 de la mañana mi número salió de nuevo. Esta vez para la consulta 9, la más cercana, así que llegué allí y le dije a la médica que ya casi me estaba quedando dormido. Me contestó que estaba sola para todo el hospital. Era una neuróloga muy joven y bella también, además de amable. Después de valorar el TAC y los análisis me dio el diagnóstico. Me ofreció una cama en el hospital para mi madre, aunque me dijo que allí no merecía la pena que se quedara porque yo tendría que quedarme en un sillón y no sería bueno para la paciente. Me indicó que tomara la decisión de dejarla allí o  llevármela a casa y continuar  con el tratamiento en mi domicilio.

En mis manos estaba la decisión. Observando la gran mejoría que había experimentado mi madre 9 horas después de que llamara al servicio de emergencias médicas, y sin tratamiento alguno, le dije que me la llevaba a casa porque estaría mejor en su cama. Tras darme el informe, me mandó a la sala de espera nuevamente, pero antes de salir le dije que mi madre llevaba más de 9  horas en esa camilla y que ya le dolía todo el cuerpo. La doctora me dijo que haría todo lo posible por agilizar la espera.

Después de dar las gracias, volví a la sala de espera y me sorprendió que en sólo 10 minutos sonó el 0160. Esta última consulta sería la número 7. ¡Qué bien, ya casi estaba en casa! Ahora era otro médico nuevo quien, tras darme los informes y recetarme aspirinas en papel porque no funcionaba el sistema informático, me dio el alta.

En fin, ya se acabó. Ahora sólo necesitaba una ambulancia para su traslado. ¿Cuánto tardaría esta vez? Y aún más, ¿cuántos vendrían? 45 minutos después llegó una ambulancia de Tenorio con sólo una persona. Le pregunté si estaba fuerte, porque mi madre pesa más de 100 kilos y había que subirla por las escaleras, a lo que me contestó que pediría ayuda.

Salimos del hospital a las 8.00 de la mañana. Llegamos a mi casa y allí nos esperaba otra ambulancia con el técnico sanitario que nos ayudó a llevar a mi madre a su cama. Todo se acabó. Tras dar las gracias y despedirme, me fui a la cama yo también. Estaba reventado, no había cenado y tampoco había fumado en 11 horas.

jueves, 23 de febrero de 2012

JOVEN Y BELLA

Una médica residente muy joven y bella esperaba mi llegada. Más tarde, se unió un médico muy simpático y más mayor, que daba la sensación de querer ayudarla en todo. Tras la exploración y la colocación de una vía, por si la necesitaba, le mandaron unos análisis y un TAC.
                                                                                      
Al volver a la sala de espera llegaron dos celadoras. Mi número, el 0160, había salido de nuevo; me había tocado un TAC. La celadora me preguntó si mi madre se estaría quieta para la prueba que le iban a realizar a continuación, porque no podía moverse. Yo le contesté que tenía Parkinson y que ni dormida se estaba quieta. Pensé que en alguna situación parecida se habrían encontrado y que allí donde íbamos sabrían solucionarlo.

Después de realizar el TAC, volvimos a la sala de espera. Ya quedábamos menos personas. Al cabo de media hora, siendo ya la 1.00 de la madrugada, me volvieron a llamar. Esta vez era la consulta 5. Decidí buscar a la celadora para hacer juntos el camino, y la médica me dijo que no hacía falta que la llevara, que era para informarme de que vendría un neurólogo que valoraría los resultados, así que sería mejor que me quedase en la sala de espera.

En la sala, a la 1,10 de la madrugada, estábamos sin cenar, y yo sin fumar desde las 10.00 de la noche del día anterior. Ya quedaba menos. Las horas pasaban y a las 6.00 de la mañana estaba adormilado. Vi pasar a una médica y le pregunté si era normal esperar 5 horas para la visita de un neurólogo, a lo que me respondió que solo había uno y que tenía muchas visitas (serían en otro sitio porque ya solo quedábamos 4 personas en  la sala).

martes, 21 de febrero de 2012

ESPERO QUE SALGA MI NÚMERO

Después de aproximadamente una hora, bingo: me ha había salido el número. Con la alegría de que me había tocado, fui empujando la camilla mientras se me venía a la mente la imagen de los carros del Alcampo. La camilla iba para adelante pero en diagonal, avancé y, a punto de llegar a la consulta 7, escuché una voz que me preguntaba: “¿le ayudo?”. Era una celadora encantadora. Entonces pensé en decirle que no, que ya para lo que me quedaba lo dejara para otro día. Pero seguí en la línea de ser amable y le dije: “sí, gracias, muchas gracias”. Me contestó que no había de qué, que para eso estaban (¿Para qué estáis? ¿Para empujar sólo 2 metros?). En fin, eso que me ahorré de empujar.   

lunes, 20 de febrero de 2012

YA NO SOMOS PERSONAS

Bien, creo que el de anoche no era yo. Más bien me parecía a mi padre, ese hombre que nunca abandonó a mi madre a pesar de su enfermad, y a la suya propia. Tras llegar en la ambulancia al hospital y dar los datos de ingreso, empezó  la atención hospitalaria.                                                                           

Primero entramos en lo que se llama “sala de clasificación”. Después de que nos clasificaran, nos mandaron a la sala de espera, donde estábamos unas 20 personas esperando la llamada de megafonía. Mi madre era el 0160, si no era Carmen Fernández. Bueno, yo pensé que eso sería una cosa innovadora, que sería positivo  ser un número en lugar de una persona. Pero pronto me di cuenta de que algo no funcionaba.

Una pregunta fue la más repetida de la noche. Por desgracia, no todos tenemos la misma capacidad de reacción a las llamadas de megafonía. “Paciente 0160, consulta 1”, “¿qué ha dicho? ¿qué número? ¿qué consulta?”. Y la última: “¿Por dónde se va?”, y de nuevo, “¿la consulta cuál era?”. En definitiva, observé que a muchas personas este sistema no les era útil y no se enteraban muy bien. 

viernes, 17 de febrero de 2012

CON DOS AMBULANCIAS EN MI PUERTA

Como ya anticipe los principales detalles del día de ayer, hoy voy a seguir contándoles mi experiencia.

Tras esa segunda llamada, llegó por fin el equipo medíco. Había transcurrido más de una hora, tiempo suficiente para que un enfermo pueda agravar su situación. La atención recibida en mi domicilio fue, a mi parecer, bastante profesional. Ahora  disponía de dos ambulancias en mi puerta. Fueron necesarias tres personas para poder bajar a mi madre y trasladarla al hospital, pero no al de El Valme si no al Virgen Del Rocío, que es el que me corresponde por mi domicilio (otro fallo más de ese personaje que se hace llamar “doctor”) .


El conductor de la primera ambulancia que venía desde Torreblanca, a unos 15 kilómetros de distancia, y que tardó 50 minutos (40 minutos más que la segunda ambulancia), se mostró incrédulo ante la situación que se estaba viviendo en mi casa. Tras disculparse y agradecerme la gran compresión de los hechos que estaban ocurriendo, me dijo que, por situaciones menos graves que esta, habían tenido que salir corriendo más de una vez de algún domicilio. También me afirmó que la coordinación no era tal, sino que más bien era descoordinación y que se alegraba de haber dado con una persona como yo. 

jueves, 16 de febrero de 2012

LLEGARON LOS RECORTES.....O SOLO ES UN MAL PROFESIONAL DE LA MEDICINA

Ayer me sucedió algo que me gustaría contaros:

Tras observar que mi madre no se encontraba bien, llamé al número de Coordinación de Emergencias, el 112, que me puso en contacto con el 061 de Emergencias Médicas. Informé al médico sobre el estado en el que se encontraba mi madre y le solicité la visita de un equipo médico para que la observaran.

Me quedé sorprendido cuando, 50 minutos más tarde, por fin veo aparecer una ambulancia…pero con una única persona en su interior. Tratando de ser comprensivo, le pregunté si él era el médico, a lo que me respondió que no, que sólo era el conductor y que venía para llevarse a mi madre al hospital de El Valme. Sin alterarme, le comuniqué que llevaba casi una hora esperando la llegada de un médico (si hubiese venido andando hubiese llegado antes puesto que tenemos un centro de salud a menos de 500 metros y a un kilómetro otro).

Ante la imposibilidad de que este buen hombre pudiese hacer su trabajo debido al sobrepeso de mi madre y a las largas escaleras, se vio obligado a llamar al médico que mencioné al principio. Al volver a tener el honor de hablar con este “personaje”, por llamarlo de alguna manera, y tras comunicarle mi malestar por lo que estaba pasando, le solicité por segunda vez un equipo para poder valorar si era necesario el traslado al Hospital Virgen del Rocío. Gracias a la reclamación, 10 minutos después acudió el equipo solicitado.

Este individuo déspota, prepotente y mal educado, en lugar de ayudar a tranquilizarme si hubiese sido necesario, podría haber conseguido alterarme, pero no fue así. Me dio fuerzas y le indiqué que estaba haciendo mal su trabajo, a lo que él respondió intentando tacharme de inculto. Después de solicitar su nombre y su número de colegiado y de negarse a proporcionármelo, sí tuvo la poca vergüenza de decirme sus apellidos: Hernández Borghes, con “H” en el primer apellido e intercalada en el segundo. Además se atrevió a preguntarme si sabía qué era una “H” intercalada.

lunes, 13 de febrero de 2012

SI TIENES FRIO TAMBIEN PUEDES TENER HAMBRE

Ya somos más de 5 millones de parados. Además del frió que tenemos en estos últimos días, debido a la ola siberiana, ver como la nevera esta cuando la abres también se te queda el alma helada, cuando pretendes llenarla entonces es el ticket de compra  lo que te deja aun mas frió. Quizás lo peor de todo es que hay quien  además de pasar  frió también pasa hambre y sin poder abonar una factura de electricidad  que mensualmente te deja congelada la cuenta de tu banco.

viernes, 10 de febrero de 2012

ESTO ES ESPAÑA AQUI HAY QUE MAMAR

A ese pueblo francés, que con canal plus de aliado fomenta el maltrato al deporte español. Siento pena porque no hay que saber ganar, si no perder. Se acostumbraron a ganar y de repente todo eso cambio, Solo les queda el recuerdo de esos deportistas que ganaban títulos para su País, si hombre ese, el de Napoleón que quería ganar tanto que lo perdió todo. En fin en cuanto a los insultos vertidos en algo pueden que tengan razón porque España entera esta drogada pero no de anabolizantes si no  de titulo consecutivos de rolan garros de champion ligue de mundiales de fútbol y tantos otros deportes en los cuales ellos no  llegan ni siquiera a imaginar en ganarnos. Pero eso si, ellos ganas en otras cosas como en que las primeras damas saben posar desnudas y hasta intentan vender discos lastima que los discos no se compongan de una sola canción. La verdad es que gracias a tanto perder uno termina mirando al que gana y eso les esta ocurriendo al pueblo francés que acostumbrado a ganar ahora les toca pérder.