En mi lista de cosas que hacer antes de morirme había una que llevaba años esperando. Tras muchos “id si queréis” hoy obtuvimos por fin el permiso para poder acudir a uno de los conciertos de nuestro hijo.
Estábamos algo nerviosos, pero eso pronto pasó, hemos asistido a un concierto el cual nos ha dejado un buen sabor de boca. Una variedad de temas bien cantados por todos, ha tenido un gran final.
No se si ha tenido algo que ver que yo estuviera allí, pero el hecho de acabar con una de mis canciones preferida como es” Hey Jude” de los The Beatles me ha llegado a lo mas profundo.
Tanto para la madre que la parió, como alguien gritó entre el publico, cuando interpretaba una canción en acústico como para mi, ha sido un placer haber estado allí por todo lo que entrañaba este concierto benéfico.
No solo unos padres escuchaban atentamente, también los demás familiares asistentes lo hacían en especial su novia, su prima y sus tíos, que en labores de reporteros gráficos no han dado la oportunidad de conservar un gran recuerdo para este maravilloso día vivido.
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