Cuarto aniversario de la desaparición de Madeleine McCann. Todas la atención está ahora centrada en la publicación de un libro, "Madeleine", escrito por Kate, la madre de la pequeña. Puede ser que vender el libro sea importante para su madre, quizás el dinero sea para emplearlo en proseguir su búsqueda. Pero si yo perdiera a un hijo, creo que no tendría ni tiempo ni ganas para escribir un libro. Ojalá ésta y tantos otros niños desaparecidos aparezcan pronto.
Hoy sentado en el sofá, he podido ver a una familia con 12 hijos que con tan solo 1.500 euros al mes han sido capaces de salir adelante. Me parece casi increíble que pueda ser cierto, sin ninguna ayuda a parte del sueldo del padre. Viven en un piso de 90 metros cuadrados, cuatro habitaciones y 12 hijos. Esa es la realidad de la familia Bueno. El día a día en esta casa es lo más parecido a una empresa. cada uno tiene asignada su tarea y la cumple a la perfección.
María Eugenia tiene 19 años y estudia Derecho por las tardes; por la mañana tiene que acompañar a sus hermanos al colegio. Ainhoa tiene 17 años y está de exámenes. José María, de 15 años, lleva a su hermano Uriel al cole. Noelia tiene 12 años y le gustaría ser directora de cine. Mientras, Jesús sueña con ser portero del Atlético de Madrid. Raquel, con 10 años, está a punto de hacer la comunión, aunque no le hace mucha ilusión. Samuel, con 8 años es el rey de la playstation. Aunque solo tienen una para todos. Verónica tiene 7 añitos y es la más inquieta de todos. Juan, con 6 años, baila el “waka waka” como nadie y Nazaret, que con 4 años es muy vergonzosa. Uriel y Carmen cierran a esta "pequeña empresa familiar". No tienen ninguna ideología religiosa, por lo cual, los hijos son cosa de Dios y los que los mantienen son sus padres.
Para los que se aburren mientras orinan en los bares, restaurantes, pubs, discotecas... llega el urinario termocrómico. Este peculiar urinario, como su nombre indica, es una pared termosensible que cambia de color en función de la temperatura (de la temperatura del orinante se entiende).¿Dónde quedaron esos urinarios con sus bolitas de alcanfor y ese olor a rancio, en los cuales no se arrimaba uno mucho por si el efecto del salpicado llegase a alcanzarnos?. ¿Y ese portal ?, poco iluminado que te pide a gritos, que si no puedes aguantar, ese es el sitio en el que mañana una limpiadora tendrá que hacer su trabajo y además, ella si tendrá que aguantarse, lo que no hizo el que orinó tan pancho.
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