Todo empezó por la mañana cuando mi hijo se levantó para ir al colegio. Hoy cumple 23 años. Va a la universidad, está en su último año de carrera pero para mí sigue en el colegio. Bueno, tras terminar sus tareas matutinas, olvidó dejar los perros en su canasta y cerrar la puerta, lo que aprovechó el último de la familia para entretenerse con el mando del televisor mientras nos levantábamos mi mujer y yo.
Una catástrofe tecnológica. Mi perro, el que fue abandonado y recogimos en casa, ha tenido la gran idea de que el mando de la televisión se comía. Así que ahora tendré que cambiar de perro o de mando. Cría perro y te quedarás sin mando. Lo más triste del asunto es que, cuando me he dirigido hacia mi perro, con el mando mordido en la mano y tras reñirle (solo tocarle con la mano sin fuerza alguna) mi perro empezó a quejarse como si lo hubiesen maltratado sus anteriores dueños. Tanto mi mujer como yo nos dimos cuenta a la vez de que el perro estaba atemorizado. Así que después de sacarlo de su escondite y acariciarlo, dijimos “QUE LE DEN POR CULO AL MANDO Y A LOS CABRONES DE SUS DUEÑOS ANTERIORES”.
Con tu permiso un toque de humor.
ResponderEliminarLo mejor en casos como este es dejar que se lo coma entero y después cambiar el canal con toques en el rabo,,,,, --- Saludos --- Lmoabad